miércoles, 5 de octubre de 2016

ATENCIÓN PLENA PARA UN MUNDO DESCENTRADO

¿Consulta el correo mientras atiende al teléfono? ¿Ve la televisión sin dejar de navegar por Internet? En definitiva, ¿hay algún momento en el que haga una sola cosa y ponga en ella toda su atención? ¿No? Entonces ha contestado como la mayoría y forma parte de esa sociedad propensa a la proliferación del mindfulness.
Este concepto, de origen budista y occidentalizado gracias a Jon Kabat-Zinn, comenzó su andadura hace casi cuatro décadas con el fin de acabar con el estrés y el dolor crónico. Sin entrar en si ha sido capaz de hacerlo o no, de lo que no cabe duda es que este concepto se ha colado en centros de salud, universidades y organizaciones empresariales de todo el mundo. Sobre todo, gracias a los atractivos beneficios que difunde, los cuales encajan como anillo al dedo en una sociedad que necesita bajar las pulsaciones y aumentar la concentración.
Según el profesor Alexandre Belnet, algunas de las bondades de la atención plena son:
• Claridad mental.
• Regulación emocional.
• Comunicación fluida.
• Capacidad para disfrutar de la vida.
• Autocompasión.
• Desidentificación de los pensamientos negativos.
Una lista que, sin duda, podría ser tremendamente eficaz como argumento de venta en una campaña de márketing. Sin embargo, Antonio Salcedo, profesor del Máster en Dirección de Personas y Desarrollo Organizativo (ESIC, Business and Marketing School, Barcelona), no cree que el éxito del mindfulness sea el resultado de la aplicación de una estrategia de ventas. Piensa que “es una moda procedente de la civilización anglosajona presentada de un modo que la hace parecer sofisticada, veraz e innovadora”.
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